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Tema: No seas cómplice.

  • Foto del escritor: Michelle Velez
    Michelle Velez
  • 28 abr
  • 2 Min. de lectura

Por Jan Carlos Fernández


Romanos 1:28-29,32

[28]Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;

[29]estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;

[32]quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.


Los cristianos muchas veces no cometemos ciertos pecados de forma directa porque tenemos claro qué está mal. Sin embargo, podemos caer en el error de defender y proteger a quienes sí están pecando. Muchas personas son fanáticas de algo o alguien y no soportan que hablan mal de esa persona a pesar de que se le acuse de algo incorrecto que hizo. Hay quienes negocean sus principios para ver a sus "ídolos", olvidando lo que dice la palabra sobre la perversidad, el lenguaje incorrecto, la lujuria y la rebelión. Por eso, debemos cuidarnos cuando somos fanáticos, porque es muy fácil caer en la ira, la envidia y la altivez cuando otro opina diferente a nosotros respecto a esa persona o a ese hábito que tenemos.


Estos sentimientos y comportamientos van contrario a la palabra de Dios, la cual está escrita para guardar nuestro corazón. Hay amistades que puedes estar defendiendo aunque sabes que lo que hacen está mal. No seas cómplice del pecado, no te muevas detrás del telón a favor de aquello a lo que Dios le ha llamado malo. Defiende tu fe, toma tu lugar y sé un hijo de Dios íntegro en todas las áreas de tu vida. Dios te Bendiga.




 
 
 

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