top of page

Tema: ¿Por qué a mí?

  • Foto del escritor: Michelle Velez
    Michelle Velez
  • 18 nov 2024
  • 2 Min. de lectura

Por. Jan Carlos Fernández


Hechos 14:8-10,19

"Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Éste oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado,dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo. Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto."


Si hay algo que le sucedía a Pablo es que cuando más cerca estaba del Señor y más cosas hacía por Él, más experiencias de tristeza y dolor experimentaba. Acababa de sanar a alguien en el nombre de Jesús y próximamente fue apedreado. A veces gritamos Señor por qué a mí, si yo te sirvo. Sin embargo, al estudiar la palabra nos damos cuenta de lo mucho que sufrían los hijos de Dios por causa del evangelio. Dios no nos prometió una vida sin dolor, sino que estaría con nosotros y nunca nos abandonará. Aún en nuestra muerte, el Señor nos recompensará con su presencia y nos llena de eterno gozo.


Por lo tanto, Él nunca nos deja, tu propósito en esta Tierra se cumplirá y nada podrá detener el cumplimiento de lo que Dios ha establecido. No te enojes con tu Padre, en los momentos de dificultad, al contrario, agradécele porque significa que el Señor te quiere subir de nivel espiritual y si aprendemos a descansar en el Señor el proceso será más llevadero. Refugiate en el Único que comprende tu dolor y se hizo cercano a él, pues Jesús padeció todo lo que nosotros hemos padecido y más. Él sabe lo que es sentirse rechazado, traicionado e incluso adolorido en lo físico.


Clama a Él y te responderá, te tomará de la mano y en todo momento te sostendrá. Jesús vino para Salvarnos, pero también para dejarnos a su Espíritu Santo quien nos Consuela y nos fortalece cada día. No le eches la culpa a Dios por algo que ocurrió por la crueldad de este mundo, no estamos excentos de sufrir, pues no todo el mundo ha conocido al Señor y si te hirió un hermano en la fe, no pienses que fue Dios, porque no siempre los hijos representan al Padre adecuadamente. Dios es tu aliado y no tu enemigo, abrázale y tendrás gozo, amor, paz y fe sin importar las circunstancias estés atravesando. Dios te Bendiga



 
 
 

Comments


bottom of page