Entre altas y bajas...

Por. Yeismarie Vélez

Mientras miraba una montaña rusa, veía mi vida entre altas y bajas. Lo más sorprendente es que entendí algo que jamás había imaginado; la montaña tiene que bajar para coger el impulso para llegar a la cima.

Que tal si miramos nuestra vida de la misma forma, a lo mejor tu vez que la caída es para no volver a levantarte, pero lo que Dios ve es que ese va a hacer tu impulso para llegar a algo grande; para alcanzar tu propósito. La vida no se trata de un camino recto, pero lo que si te puedo asegurar es que en cada bajada aprendemos algo que nos ayuda a llegar lejos.

Recoje todo ese impulso para lograr cosas grandes y no te detengas jamás.

¡Dios te bendiga!