Tema: Cuida tu lengua

Por. Jan C. Fernández

Santiago 3:6,8-10

"Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno, pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así."

Este pasaje habla una verdad poderosa y a la vez confrontante para los hijos de Dios. La lengua no es solo un instrumento para hablar sino que nos lleva a cumplir las promesas de Dios o a echarlas a perder. Cuando no nos cae bien alguien por sus malas actitudes, muchas veces en vez de demostrar el amor de Dios al que nos hiere, nos adaptamos a su mal. Entonces, maldecimos a los hombres que aunque no todos son hijos de Dios, sí fueron hechos a la imagen de Dios. Esto lo debemos respetar y canalizar. El amor de Dios que habita en nosotros por medio de la gracia de Cristo y la compañía del Espíritu Santo debe manifestarse aún en los momentos donde nos fallan o nos hieren. Si queremos ver que se reduzca la violencia, que mejore la salud mental y que el amor de Dios sea esparcido por la Tierra debemos comenzar por ser ejemplo en cuidar nuestra lengua. Recuerda que con ella podemos declarar la palabra del Señor con poder y autoridad para hacerle frente a cualquier situación.