Tema: Enfrentando el luto o debilidad.

Por. Jan C. Fernández

Deuteronomio 26:1,13-14

"Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites, Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no, he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos. No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado."

Los momentos de luto suelen ser momentos de gran desesperación, tratamos de utilizar todo lo que tenemos para sobrevivir. Sin embargo, hay algo que debemos cuidarnos y es que el Señor nos ha ordenado a que guardemos lo mejor para Él y en nuestro luto no deberíamos desperdiciarlo. Estas cosas incluyen: el diezmo, nuestro tiempo y nuestra santidad. Es clásico en la Biblia, como le pasó a David que al sentarse a meditar solo buscó una mujer y adulteró. No dejes que tu soledad o tus necesidades sean saciadas de forma incorrecta. Si necesitas trabajo, no aceptes las ofertas de lugares que no vienen de parte de Dios, si estás triste no maldigas a tu familia ni tu propia vida. No cedas a la tentación porque te sientes débil o alejado dd Dios, sino corre hacia su presencia. Es mejor que puedas decir como dice la palabra, lo que he consagrado no lo comí en mis días de luto. Deja que Dios tome el primer lugar en tu vida y él te guiará a la solución de tus problemas, sigue su proceso y no el tuyo, porque sus caminos son los únicos llenos de bien, mientras que nuestros caminos son imperfectos y nos destruyen. Muchas Bendiciones.