Tema: La voluntad de Dios trae restauración y salvación.

Por. Jan C. Fernández

Jeremías 12:14-16

"Así dijo Jehová contra todos mis malos vecinos, que tocan la heredad que hice poseer a mi pueblo Israel: He aquí que yo los arrancaré de su tierra, y arrancaré de en medio de ellos a la casa de Judá.Y después que los haya arrancado, volveré y tendré misericordia de ellos, y los haré volver cada uno a su heredad y cada cual a su tierra.Y si cuidadosamente aprendieren los caminos de mi pueblo, para jurar en mi nombre, diciendo: Vive Jehová, así como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, ellos serán prosperados en medio de mi pueblo."

Jeremías clamó al Señor haciendole una pregunta muy común y es ¿por qué la gente mala que me rodea es prosperada y a gente buena padece? Dios le deja claro que el fruto de la maldad es temporero y que les será quitado, porque el que no tiene a Dios no tiene nada.

Sin embargo, el deseo de nuestro Padre Celestial es que todos seamos prósperos y que tengamos un encuentro personal con Jesucristo. Dios le dice a Jeremías que a pesar de que juzgaría a su pueblo, luego lo restauraría y que aún si otras naciones obedecieran a Dios como lo haría Judá, pues también serían prosperados.

Por eso es importante el compartir el evangelio con los demás, para sembrar en ellos restauración y salvación. Recuerda, que Dios no está ocupándose en destruirte sino en dirigirte a la victoria en Cristo Jesús.

S.Juan 3:17-18

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Todos vivimos condenados a la muerte, porque vivíamos desconectados de la fuente de vida. Sin embargo, Cristo nos dio vida, cuando le recibimos, a pesar de lo imperfectos que somos, Él lo dio todo para que estemos juntos a Él por siempre. Eso es una de las muchas razones por las que el Padre nos rodean con su amor y nos sumerge en su presencia. Así que, nada puede evitar que la voluntad de Dios se cumpla en nuestras vidas.

Dios te Bendiga.