Tema: No sueltes a Dios en la calma

Por. Jan C Fernández

Nehemías 9:28-31

[28]Pero una vez que tenían paz, volvían a hacer lo malo delante de ti, por lo cual los abandonaste en mano de sus enemigos que los dominaron; pero volvían y clamaban otra vez a ti, y tú desde los cielos los oías y según tus misericordias muchas veces los libraste. [29]Les amonestaste a que se volviesen a tu ley; mas ellos se llenaron de soberbia, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá; se rebelaron, endurecieron su cerviz, y no escucharon. [30]Les soportaste por muchos años, y les testificaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no escucharon; por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de la tierra. [31]Mas por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.

Constantemente pensamos en el Señor en medio de nuestras tormentas, pues le pedimos ayuda para sobrellevar nuestras cargas. No obstante, el peor error de la humanidad ha sido soltar a Dios en la calma, pues es así como surgen nuevos problemas. Necesitamos al Señor para poder vivir correctamente.Cuando leemos su palabra Dios nos guía. Él es nuestro gozo y razón de vida. Por su amor podemos testificarle a otros para que conozcan que hay solución en esta vida. No vivimos sin propósito, sino que nuestra vida terrenal es una parte corta de toda la eternidad. Ahora, mantente conectado al Señor, porque cuando el pueblo suelta a Dios en la calma, puede venir una tormenta que te lleve a la ruina. Es mejor estar cimentados en terreno fértil y fuerte, de esta manera, todos podemos contribuir para formar un mundo mejor. Necesitamos a Cristo todos los días, en el llanto y en el gozo ahí está Él. De esta manera, se construye una verdadera relación de amor con nuestro Padre Celestial. Dios les Bendiga.