Un sonido con dedicación

Por Yeismarie Vélez

Mientras escuchaba una dulce melodía, mi vida se transportó a ver un músico aprendiendo a tocar un instrumento. Podía ver como afinaba su guitarra y como poco a poco con la práctica iba mejorando su sonido. El proceso de práctica era duro, las cuerdas a veces se rompían, pero al final de todas las situaciones que pasaba al tocar, su emoción y satisfacción eran imparables. De la misma forma es nuestra vida, somos como un músico aprendiendo a tocar un instrumento. Pasamos por largas horas de entramiento, incluso a veces se rompe la visualización que obteníamos sobre algo, pero al final de todo esto cuando logramos una meta nuestra satisfacción es imparable.

Tomemos este ejemplo para seguir adelante; solo porque el sonido al principio suene mal no significa que al final la canción suene horrible. Es cuestión de no rendirse y luchar por sacar lo mejor de nosotros. Al concluir todo verás que cada sacrificio y dedicación valio la pena.

Bendiciones!!